Protohistoria: Periodo Orientalizante o Tartésico
(ca. ss.VIII-VI a.n.e.)
Las comunidades del Bronce evolucionaron en torno a los siglos VIII-VII gracias a los contactos con las culturas orientales del mediterráneo, especialmente fenicios y griegos, pero también etruscos, sardos, cartagineses..., cambiando progresivamente las sociedades indígenas en un proceso de interacción dual y compleja, de ida y vuelta, lo que materialmente se ha demostrado aquí en cambios en las formas urbanas, con la aparición de la arquitectura de muros rectos, con habitaciones especializadas y de manzanas de casas adosadas articuladas por calles empedradas y también con la aparición de una estética orientalizante en muchos artefactos, que copia los motivos animales, vegetales y geométricos del Oriente mediterráneo, Asiria y Egipto, dentro de una moda que engloba a todos las sociedades ribereñas del mediterráneo. En Porcuna en esta fase se inicia una “Edad de Oro” de la ciudad con una reordenación y expansión del urbanismo y la aparición de necrópolis familiares nobiliares como la Cerrillo Blanco y de las primeras esculturas orientalizantes en torno al siglo VI, como es el caso del Toro del Ejido de Napoleón o de la Leona del Museo de Obulco.